La única autoridad es Jesucristo

Nuestra fe como cristianos debe estar fundada en Cristo, así de sencillo. Los preceptos canónicos, las leyes eclesiales, son posteriores al anuncio del Reino de Dios; y, por tanto, la salvación no proviene de jerarquías, de papas o pastores, sino del seguimiento fiel y constante de Cristo.

Enviado por Jacinto Zambrano Arteaga

jacintozambranoarteaga@gmail.com

 

Las iglesias evangélicas ecuatorianas pueden ser significativas para su realidad ahora, en la medida que recuperen las grandes preocupaciones espirituales de la persona humana y le señalen una nueva experiencia de Dios como detonante de transformación social. El nuestro es un mundo que corre hacia la sociedad de la opulencia y el consumismo desenfrenado, donde el valor de la persona ya no es el de la creación divina, sino el de una bolsa atiborrada de dinero.

 

Por esa “materialización” de la existencia es que consideramos que las prioridades de nuestra fe, aunque arraigadas en la realidad actual, como la práctica de Jesucristo lo estuvo en la de su tiempo, están relacionadas primero y fundamentalmente con nuestra relación con la Palabra, Jesucristo y sus enseñanzas. Primero es el Evangelio, la Palabra y praxis de Jesucristo y después el dogma; no es Jesús un producto de las iglesias, sino éstas resultado del Evangelio, y un resultado, hay que decirlo, poco digno de Aquel a quien llaman fundador de la iglesia.

 

La ortodoxia eclesial cimentada por las jerarquías (católicas, protestantes y demás), más que ser una continuidad de la obra de Dios ejemplificada por Jesucristo, representa lo contrario, un sometimiento a los poderes fácticos y a los imperialismos modernos.

 

Nuestra fe como cristianos debe estar fundada en Cristo, así de sencillo. Los preceptos canónicos, las leyes eclesiales, son posteriores al anuncio del Reino de Dios; y, por tanto, la salvación no proviene de jerarquías, de papas o pastores, sino del seguimiento fiel y constante de Cristo. Para que nuestra Fe pueda llamarse verdaderamente cristiana, es necesario que nos liberemos como personas y liberemos el Proyecto de Jesús de las taras dogmáticas ajenas a los evangelios e impuestas por la ortodoxia religiosa.

 

La fe de los cristianos debe estar cimentada en la praxis y el seguimiento fiel de las enseñanzas de Jesucristo. Él, en esencia, no anunció el advenimiento de la iglesia-institución, sino el comienzo de su reinado. En todo caso, la iglesia que subyace en la Palabra no es el de una institución estructurada como empresa o Estado, sino una comunidad de comunidades, iglesia plural que en vez de dividir une bajo su sombra a cristianos con diferentes formas de vivir su fe, incluso a quienes se consideran al margen de toda creencia.

 

Es que Jesús no vino a fundador dogmas, ni a sustituir una iglesia opresora por otra igual de opresora, sino a mostrarnos el nuevo estilo de vida a seguir, que proclame y traiga al mundo la soberanía del Espíritu expresado en el Reino de Nuestro Señor Jesucristo. Seguir a Jesucristo es la prioridad de todo cristiano, pero no como una burda imitación, sino como una praxis producto de la fe y voluntad que nos asemeje a Él.

 

El seguimiento de Jesús, que nos hace priorizar nuestra relación con Dios ante las instituciones y estructuras terrenas (gobiernos e iglesias, por ejemplo), también determina la relación de los cristianos con las autoridades humanas. Jesús fue perseguido por los diversos poderes de su época, que aún perviven en las sociedades actuales: políticos, económicos y religiosos; fue difamado y perseguido; y finalmente asesinado en una conspiración en la que se conjuntaron intereses religiosos, políticos y sociales.

 

Seguir a Jesús de Nazaret significa poner en el centro de nuestras vidas sus enseñanzas y su propia vida, y tenerlo como el máximo paradigma del hombre que debemos procurar ser. Es un seguimiento profundamente espiritual, pero que fructifica en actos concretos en la realidad que vivimos, porque nos demanda, más que a enseñar el evangelio, a vivirlo en las condiciones particulares de nuestra existencia.

 

Somos seres sociales, nuestra existencia está determinada por los valores o anti-valores de la sociedad en la que transcurren nuestras vidas; y mientras el ser humano no aprenda, por la vía del cristianismo y el amor a la humanidad, a gobernar su vida y su relación con sus semejantes, necesitaremos de autoridades humanas para regir los destinos de la sociedad.

 

Esas autoridades son parte de nuestra realidad, de nuestra aún coja democracia; pertenecen a la dinámica social y en muchos casos tenemos incluso la opción de elegirlos. Tienen autoridad, cierto, dentro del marco de las estructuras humanas, pero no la tienen ante la autoridad que emana de Jesucristo.

 

Agosto 28 de 2013.

 



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Comentarios: 7
  • #1

    ¿Es Jesús Dios? (domingo, 13 octubre 2013 19:08)


    ¿Es Jesús Dios?
    Jesús complejos

    ¿Alguna vez has conocido a alguien que es el centro de atención adondequiera que vaya? Alguna característica misteriosa e indefinible lo distingue de todos los demás. Bueno, así fue hace dos mil años con Jesucristo. Pero no fue sólo la personalidad de Jesús que cautivó a las personas que lo oyeron. Los testigos de sus palabras y su vida nos cuentan que Jesús de Nazaret era distinto a todos los hombres.

    Las únicas credenciales de Jesús fueron él mismo. Nunca escribió un libro, lideró un ejército, ocupó un cargo político ni fue dueño de ninguna propiedad. Solía viajar dentro de las cien millas alrededor de su pueblo, atrayendo a multitudes que se asombraban con sus palabras provocadoras y actos asombrosos.

    Sin embargo, la grandeza de Jesús fue obvia para todos los que lo conocieron y oyeron. Y mientras que la mayoría de los grandes personajes finalmente se desvanecen en los libros de historia, Jesús sigue siendo el tema de miles de libros y de controversias mediáticas sin paralelo. Gran parte de esas controversias giran en torno a las afirmaciones radicales que hizo Jesús sobre sí mismo – afirmaciones que asombraron tanto a sus seguidores como a sus adversarios.

    Fueron principalmente las afirmaciones únicas de Jesús que causaron que fuera visto como una amenaza tanto por las autoridades romanas como por la jerarquía judía. Si bien era un forastero sin credenciales ni base de poder político, en sólo tres años, Jesús cambió el mundo para los siguientes veinte siglos. Otros líderes morales y religiosos han causado un impacto – pero ninguno como ese desconocido hijo de carpintero de Nazaret.

    ¿Qué tenía Jesucristo que marcó la diferencia? ¿Fue meramente un gran hombre, o fue algo más?

    Estas preguntas llegan al fondo de quién fue Jesús realmente. Algunos creen que él fue meramente un gran maestro moral; otros creen que simplemente fue el líder de la mayor religión del mundo. Pero muchos creen algo más grande. Los cristianos creen que Dios realmente nos ha visitado en forma humana. Y ellos creen en las pruebas que lo respalda.

    Después de estudiar cuidadosamente la vida y las palabras de Jesús, un antiguo catedrático de Cambridge y escéptico, C.S. Lewis, llegó a una conclusión inesperada sobre Jesús que cambió el rumbo de su vida. Entonces, ¿quién es el verdadero Jesús? Muchos contestarán que Jesús fue un gran maestro moral. Al estudiar más profundamente a la persona más controvertida del mundo, empezamos por preguntarnos: ¿Jesús podría haber sido meramente un gran maestro moral?

  • #2

    ¿Estaba Jesús el Messiah? (lunes, 14 octubre 2013 08:10)

    ¿Estaba Jesús el Messiah?

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    ¿Qué pruebas existen de que Jesús es quien realmente afirmaba ser? ¿Cómo podemos saber que no era una especie de impostor? Veamos a algunos impostores famosos y si esa denominación le queda bien a Jesús, o si existen pruebas para sustentar sus afirmaciones.

    Ferdinand Waldo Demara, Jr. fue llamado el gran impostor. Demara mantuvo identidades falsas como psicólogo, profesor universitario, jefe de una facultad universitaria, profesor de colegio y director de un penal. Incluso llegó a realizar cirugías como un falso doctor.

    Algunas personas sostienen que Frank Abagnale fue aún mejor. Entre los 16 y 21 años, Abagnale fue uno de los estafadores más exitosos del mundo. Cobró $2.5 millones en cheques fraudulentos en cada uno de los 50 estados y en 26 países extranjeros. También logró hacerse pasar por piloto comercial, abogado, profesor universitario y pediatra antes de ser detenido por la policía francesa.

    Si esta historia le suena conocida, probablemente es porque vio la película del 2002, Catch Me If You Can (Atrápame si puedes), en la que el personaje de Abagnale fue interpretado por Leonardo DiCaprio (quien se hizo pasar por actor en Titanic).

    ¿Qué se tendría que hacer para superar los logros de Abagnale como estafador? Bueno, si Jesucristo no fue el Mesías que afirmó ser, no habría ninguno que le gane. No estamos hablando de estafar a miles de personas, como en el caso de Abagnale. Si Jesucristo fue un impostor, con su estafa engañó a miles de millones de personas y cambió el rumbo de 2,000 años de historia.

    Entonces, ¿Jesús podría haber sido un Mesías falso, engañando incluso a los mejores especialistas en religión? ¿Es posible que lo hayan preparado sus padres o mentores desconocidos para ser el rey prometido que Israel había estado esperando?

    En realidad, si Jesús fuera un impostor, él no sería la primera persona en la historia de Israel que mintió sobre ser el Mesías. A lo largo de los siglos anteriores al nacimiento de Jesús, y también después, surgieron muchos mesías autoproclamados, para luego ser desenmascarados como estafadores o locos.

    Las antiguas profecías hebreas habían predicho el reinado de un futuro rey que traería la paz a Israel y sería su Salvador. Había un clima de expectación en toda la nación, que cautivaba las esperanzas y las aspiraciones de los judíos. En un ambiente como el de Israel, ¿no sería posible que una persona no cualificada haya sido amoldada, o se haya amoldado para encajar con el molde del Mesías? La respuesta a esa pregunta depende de las profecías sobre el Mesías del Antiguo Testamento.
    andres_misionero@gmail.com

  • #3

    ¿Los evangelios son verdaderos? (lunes, 14 octubre 2013 08:33)


    ¿Los evangelios son verdaderos?
    ¿Hay escritos secretos sobre Jesús?

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    ¿Los evangelios del Nuevo Testamento son la historia verdadera de Jesucristo según sus testigos directos, o podría haber cambiado el relato a través de los años? ¿Debemos simplemente tener fe en los relatos de Jesús del Nuevo Testamento o hay pruebas de su autenticidad?

    El difunto presentador de ABC News Peter Jennings se encontraba en Israel filmando un programa especial sobre Jesucristo. Su programa, “En busca de Jesús”, exploró la cuestión de si el Jesús del Nuevo Testamento era fiel a los hechos históricos.

    Jennings presentó las opiniones sobre los relatos de los evangelios del profesor de DePaul, John Dominic Crossan, de tres de los colegas de Crossan en el Jesus Seminar, y de dos especialistas más en estudios de la Biblia. (El Jesus Seminar es un grupo de especialistas que debaten sobre las palabras y acciones que se le atribuyen a Jesús, y usan cuentas rojas, rosadas, grises o negras para votar sobre qué tan confiables les parecen las afirmaciones de los evangelios.)[1]

    Algunos de los comentarios fueron impactantes. En la televisión nacional el Dr. Crossan no sólo puso en duda más del 80 por ciento de las palabras de Jesús, sino que también negó la afirmación de Jesús sobre su propia divinidad, sus milagros y su resurrección. Era evidente que a Jennings le intrigó la imagen de Jesús que presentó Crossan.

    La búsqueda de la historia verdadera de la Biblia siempre es noticia, y por eso cada año las revistas Time y Newsweek buscan la verdad sobre María, Jesús, Moisés o Abraham para sus portadas. O, ¿quién sabe? Quizá este año será “Bob: La historia nunca antes contada del discípulo número 13”.

    Estos son para fines de entretenimiento, y por eso la investigación nunca termina ni da respuestas, dado que eso pondría fin a la futura programación. Más bien, juntan a personas con opiniones radicalmente diferentes, como en un episodio del programa de televisión “Survivor”, con lo cual complican totalmente el tema en vez de hacerlo más claro.

    Sin embargo, el reporte de Jennings se concentró en un tema al que se le debe dar la debida consideración. Crossan aludió a que los relatos originales sobre Jesús fueron adornados por la tradición oral, y que no fueron registrados por escrito hasta después de haber fallecido los apóstoles. Por ello, generalmente no son confiables y no son un fiel retrato del verdadero Jesús. ¿Cómo podemos saber si eso es verdad?

  • #4

    Manuscrito del Mar Muerto” en Piedra? (martes, 15 octubre 2013 12:29)

    Manuscrito del Mar Muerto” en Piedra?
    ¿Predice la Antigua Piedra un Mesías Resucitado?

    Haga clic aquí para descargar este artículo en formato PDFIndiana Jones, pasa a un lado. Una antigua piedra hebrea fechada unas pocas décadas antes del nacimiento de Jesús repentinamente se ha convertido en el tema más candente entre arqueólogos. En una piedra de tres pies de altura están 87 líneas de palabras en hebreo, algunas de las cuales puede referirse a un Mesías quien moriría y se levantaría de nuevo tres días después. La piedra catalogada “Revelación de Gabriel,” ha sido acuñada por un experto como un “manuscrito en piedra del Mar Muerto.”

    Los estudiosos han comenzado el tedioso proceso de verificación de la fecha y autenticidad de la piedra. En el pasado, algunos estudiosos y algunas teorías de conspiración han saltado a la conclusión que encuentra que tales como el “Osario de Santiago” y la “Tumba de la Familia de Jesús” eran autenticas, solo para descubrir más tarde que eran falsificaciones o de valor histórico dudoso (ver, “La Tumba de la Familia de Jesús”)

    Hasta el momento ningún estudioso esta argumentando que la piedra es una falsificación. Yuval Goren, un profesor de arqueología en la Universidad de Tel Aviv, quien ha presentado su investigación química de la piedra para evaluación por sus colegas en diarios, supone que la piedra es autentica.[1] Si se demuestra que es autentica, la piedra puede en realidad arrojar luz sobre la ubicación histórica para la resurrección de Jesús.

    ¿Existía durante el tiempo de Jesús la creencia entre judíos de que el Mesías moriría y se resucitaría de la muerte tres días después? Si así es, ¿Cómo sería este detalle profético diferente de las cientos de otras profecías hebreas con respecto al Mesías? Los cristianos apuntan al cumplimiento de Jesús de estas antiguas profecías como evidencia de su posición de Mesías. (Ver, “¿Era Jesús un Impostor?”)

    Pero los escépticos argumentan que las expectativas judías de un mesías quien moriría y se levantaría de nuevo puede haber proporcionado un motivo para Jesús y sus discípulos de inventar la historia de su muerte y resurrección. De hecho, algunos estudiosos no cristianos esperan que la piedra en realidad exponga la resurrección de Jesús como un engaño.

    Israel Knohl, un profesor de estudios bíblicos en la Universidad Hebrea en Jerusalén, esta llevando la causa para probar que Jesús era un Mesías fraudulento. Knohl interpreta la línea 80 del texto como profético sobre un “Mesías sufrido quien se levantaría de la muerte.[2] Así, según Knohl, el concepto de un Mesías resucitado no sería único al pensamiento cristiano.

    “Daniel Boyarin, un profesor de cultura talmúdica en la Universidad de California en Berkeley, dijo que la piedra era parte de un cuerpo creciente de evidencia sugiriendo que Jesús podría ser mejor entendido a través de una lectura de cerca de la historia judía de sus días.

    Algunos cristianos lo encontrarían chocante- un desafío a la singularidad de su teología[3] mientras que otros serían confortados con la idea de que proviene de la tradición judía,’ dijo él.”[4]

    Pero antes de que evaluemos si la piedra arroja alguna luz en la afirmación cristiana de que Jesús resucitó de la muerte, veamos los hechos con respecto a este antiguo hallazgo.andrespredica@gmail.com

  • #5

    Solemnidad de Cristo Rey (domingo, 24 noviembre 2013 07:10)

    Solemnidad de Cristo Rey
    Por: JOSé MANUEL OTAOLAURRUCHI | L. C. |
    7:06 p.m. | 23 de Noviembre del 2013


    José Manuel Otaolaurruchi, L. C.

    Nos estamos ahogando en una crisis moral y financiera a nivel mundial y seguimos sin encontrar el camino que alivie la vasta brecha entre pobres y ricos, con un significativo incremento de subdesarrollo.



    El año litúrgico culmina con la Solemnidad de Cristo Rey, y agradecemos a san Lucas que nos haya guiado como paciente lazarillo a lo largo de todo este recorrido cumpliendo el cometido que se planteó inicialmente como concienzudo investigador: probar que el enigmático rabino nacido en Galilea fue realmente el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Además, este domingo se clausura el año de la fe que el papa emérito Benedicto XVI regaló a la Iglesia.
    La escena de la Pasión clausura como un telón la vida de Jesús en medio de una gran confusión: las autoridades judías, viendo al crucificado, le hacían muecas diciendo: “A otros ha salvado, que se salve a sí mismo, si él es el Mesías”. Los soldados romanos se burlaban de Jesús y, acercándose, le ofrecían vinagre, y le decían: “Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”. Uno de los malhechores lo insultaba diciendo: “Si tú eres el Mesías, sálvate a ti y a nosotros”. Finalmente, el buen ladrón fue el único que acertó a comprender el significado de ese momento y, con una visión de fe que sobrepasa las fronteras de las apariencias y de los obtusos raciocinios, imploró con profundo convencimiento: “Jesús, acuérdate de mí, cuando llegues a tu reino” (Lc. 23, 35-43).
    No había consenso acerca de Dios y tampoco lo hay ahora. Cada cual busca su propio interés aferrándose a su tabla de salvación. Nos estamos ahogando en una crisis moral y financiera a nivel mundial y seguimos sin encontrar el camino que alivie la vasta brecha entre pobres y ricos, con un significativo incremento de subdesarrollo.
    ¿Existe una carta de navegación que nos lleve a puerto seguro? Los sistemas económicos, sociales y políticos pueden y deben converger en una visión compartida de la dignidad de la persona. Si no colocamos a la persona como criterio de las acciones y decisiones, seguiremos dando tumbos a un alto y penoso costo.
    ¿Cuál es el problema? Que para descubrir al hombre, antes se tiene que descubrir a Dios. La propuesta de una “laicidad positiva”, del expresidente de Francia Nicolás Sarkozy, puede ayudar a unir los esfuerzos entre la religión y el Estado. Los gobiernos no pueden ver la religión como a un enemigo ni mucho menos ignorarla, sino, más bien, valorar y reconocer la contribución positiva que esta ofrece, teniendo a la persona en el centro.
    La Solemnidad de Cristo Rey es una oportunidad para volver la mira a Cristo, el Hijo de Dios; para lograr el diálogo sincero y respetuoso entre las religiones del mundo, por un lado, y entre la fe y la razón, por el otro; solo así iremos encontrando caminos de paz y prosperidad perdurables.
    augustobarre@gmail.com

  • #6

    La oración sincera y transformadora de los cristianos (miércoles, 04 diciembre 2013 07:11)

    Carlos H. Rivas / Pastor General TAILa práctica de la oración por los cristianos es una piedra de toque fundamental de la piedad del seguidor de Jesús, es su conversación directa con Dios, de una manera entendible, sin palabras rebuscadas. Desde los tiempos antiguos, la oración era considerada por los judíos como una gran expresión religiosa, y dio a la misma un lugar prominente que no había tenido; al punto que era expresión común decir que “El que ora en su casa la rodea con un muro más fuerte que el hierro”.Pero en la práctica se cometían ciertos errores, en los cuales aún caen algunos creyentes actuales, tales como la hipocresía y la “vana repetición” o expresión mecánica y sin significado de la oración.Al respecto, John Stott, expresa que “La hipocresía es un mal uso del propósito de la oración (desviándolo de la gloria de Dios a la gloria de uno mismo); la verborragia es un mal uso de la misma naturaleza de la oración (degradándola de un acercamiento real y personal a Dios a una mera recitación de palabras).”
    Como se puede observar, otra vez la diferencia básica es entre la hipocresía y la realidad. Los hipócritas no aman al orar ni a Dios, se aman a sí mismos y buscan “lucirse” con la oración pública. Esa manera de orar no es de verdaderos cristianos, pero, ¿cómo deben orar los cristianos? La respuesta más sencilla y directa la contiene el versículo 6 del capítulo 6 del Evangelio de Mateo: “entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto”.El modo pagano de orarJesús, de manera categórica dice: “no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles” (Mat 6:7); con esas palabras condena el uso de frases huecas en la oración improvisada y la jerga religiosa en la que se expresa mientras la mente está en otro lado.Y es que, la oración se había convertido, y aún hoy así es para muchos, en una fórmula. Los judíos comenzaban su día repitiendo el Shemá (repetición de Deuteronomio 6: 4-9; 11: 13-21 y Números 15: 37-41); también repetían 18 breves oraciones, tres veces diariamente, el Shemoneh’esreh, que aún se repiten en las sinagogas, pero a menudo estas hermosas oraciones eran un simple ritual, igual que hoy. Había oraciones especiales para cada suceso: antes de las comidas, para el anochecer, para los viajes, etc., que muchas veces se repetían como una costumbre, sin tomar sentido a las palabras. Ese error es agravado por la exagerada tendencia a hacer oraciones sumamente largas, bajo la equivocada premisa de creer que Dios escucha si repetimos muchas veces, haciendo de la oración un sacrificio.Por otro lado, también se relacionaba exageradamente la oración con determinados lugares para orar, y se consideraba (también igual que hoy) que la oración sólo era eficaz si se realizaba en el templo o en las sinagogas.Pero más grave, si se puede, es la despreciable actitud de orar para ser vistos por los hombres; así, los judíos oraban de pie, con los brazos levantados y las palmas abiertas hacia el cielo, mientras mantenían la cabeza agachada. Esta forma se prestaba para la ostentación, y como las horas de oración eran fijas, muchos buscaban estar en las calles a estas horas para que los demás vieran cuán devotos eran. Muchos de estos errores se continúan cometiendo entre los creyentes de nuestro tiempo, en las diferentes denominaciones religiosas.Jesús establece dos principios importantes para orar: 1) Insiste en que la oración debe estar dirigida solamente a Dios y nunca debe ser emitida para que sean los hombres los que la oyen, y, 2) Nos muestra a un Dios que nos conoce y que conoce nuestras necesidades, frente al cual no son necesarias las palabras abundantes ni las vanas repeticiones. Él está siempre más dispuesto a escucharnos que nosotros a orar; Él es un Dios de poder y de amor que solamente quiere ver nuestra humildad para actuar y recompensarnos en base a ello.
    El mismo Sermón del Monte contiene el modelo de oración que los auténticos cristianos deben practicar, el Padre Nuestro, ya sea que se repita, pero reflexivamente y con sinceridad, o sirva de base para una oración personal.Esta oración modélica requiere de estudio aparte, pero en general, la oración del cristiano ha de partir de las siguientes premisas: la oración del cristiano tiene que ser real, sincera en oposición de la hipocresía, reflexiva en oposición a mecánica; la oración cristiana es teocéntrica (interesada en la gloria de Dios) en contraste con el egocentrismo de quienes llamándose cristianos solo se preocupan por su propia gloria. Este estilo de orar expresa una íntima relación con la reflexión. En otras palabras, la oración cristiana es un acercamiento reflexivo, humilde y confiado a Jesucristo.augustobarre@gmail.com

  • #7

    Augusto Barre (miércoles, 03 diciembre 2014 16:42)

    Gracias por replicar el mensaje.Estamos sumando seguidores de nuestro señor